Los cifrados son sistemas para codificar los acordes, sus características y sus relaciones. Entre los sistemas más conocidos figuran el cifrado de grados, el cifrado americano y el cifrado latino. Otros posibles son el cifrado barroco, con números árabes que indican la interválica a contar desde el bajo y el cifrado funcional que utiliza letras (T, S, D, etc.) para indicar las funciones de los acordes.
El cifrado americano es el sistema de cifrado habitual en la música de jazz y en músicas comerciales, basado en emplear 7 letras mayúsculas, de la A a la G, que coinciden con el nombre de las notas en el sistema anglosajón. Cada una de ellas indica un acorde mayor.
Para indicar que la nota sobre la que se construye el acorde es sostenido o bemol se añaden estos signos (“#” o “b”) a la letra mayúscula correspondiente. Ej. C# = Do#.
El cifrado americano siempre se coloca sobre el pentagrama de la melodía.
El cifrado es independiente de la armadura y de las alteraciones de la melodía; es decir, que las alteraciones propias de la tonalidad y las de la melodía no afectan para nada a las letras escritas para el cifrado.
Cifrados más comunes
• -, m o min unido a una letra mayúscula significa acorde menor.
• + o #5 unido a una letra mayúscula significa acorde aumentado.
• º unido a una letra mayúscula significa acorde disminuído (a veces incluso acorde de séptima disminuída).
• 7 significa una 7ª menor añadida.
• maj7 indica una 7ª mayor añadida.
• 9 significa 7ª menor y 9ª mayor añadidas.
• sus4 indica una 4ª en vez de una 3ª.
Las alteraciones delante de los números arábigos modifican estos cifrados.
Estado fundamental e inversiones
Todos los acordes se sobreentienden en estado fundamental, es decir, con la fundamental del acorde en la nota más grave, mientras no se indique lo contrario. Una letra después de una barra inclinada (ej. C/E) indica que esa nota es el bajo.
Algunos ejemplos en C